Salamanca y Arribes del Duero


Aunque las previsiones meteorológicas no eran nada buenas para el Puente de Todos los Santos, decidimos hacer una escapada a tierras salmantinas y visitar, si el tiempo lo permitía, la zona de los Arribes del Duero.
Como ya viene siendo costumbre, reservamos alojamiento en el último momento y no había nada en la zona de los Arribes, asi que nos alojamos en un hostal rural, en un pueblo cerca de Vitigudino, que se llama Villar de Peralonso. El hostal se llama "La Fabrica" y es muy nuevo, las habitaciones están bien equipadas y son grandes. Los inconveniente son que no sirven desayunos, ni cenas en el mismo hostal, si no en un bar del pueblo; está un poco lejos de todo y las habitaciones al lado de la caldera tienen mucho ruido.
Como en el pueblo no habia oferta para comer fuimos al pueblo de al lado  Villaseco de los Gamitos, y comimos en Casa Conrado (está en la carretera de Salamanca a Vitigudino).  La comida es de buena calidad y bien preparada y no está mal de precio.
Por la tarde visitamos Ledesma, población que destaca por su enclave sobre el rio Tormes, que ahora con la mezcla de colores otoñales, hacen que la panorámica que se nos ofrece desde el puente este llena de contrastes. Este pueblo conserva parte de su muralla, de su castillo, casas señoriales, iglesias y su antiguo hospital, lo que nos da idea de la importancia que tuvo en el pasado, sobre todo ligada a su situación estratégica y su cercanía a Portugal.
Al día siguiente nos dirigimos hacia Aldeadávila de la Ribera, corazón de los Arribes en está zona, aquí el Duero diescurre entre altos acantilados.
El primer lugar que visitamos fue la Playa del Rostro, hasta donde se llega por una angosta carretera,  y con muchas curvas y desnivel. En esta "playa" del rio Duero, existe un embarcadero, donde por 16 € se puede hacer un recorrido entre los Arribes de hora y media.
A la hora de comer nos fuimos hasta Masueco y comimos en "El Zebadero", este restaurante de comida casera, no tiene carta sino un menú por 19 € que incluye vino, agua, pan, postre, cafes y hasta los chupitos ( muy bueno el de mora). Desde aqui sale el camino para ir al Pozo de los Humos, donde el rio Uces forma una cascada, pero que en está época está seca ( visitar desde diciembre a primavera)
Después nos dirigimos a dos espectaculares miradores sobre el Duero, el Mirador del Fraile y el Picón de Felipe (historia picón de Felipe)...solo una palabra...impresionantes. Al primero se puede llegar en coche y al segundo hay más o menos 1,5 Km desde el parking.
El lunes pasamos la mañana en Salamanca, disfrutando de su centro histórico, admirando sus catedrales, la Universidad, la Casa de las Conchas, la Plaza Mayor..., y dejandonos un buen sabor de boca para invitarnos a volver más tranquilamente.

1 comentarios:

Manu dijo...

Fantastico resumen de la escapada del puente de los todos los Santos. Aunque se podria incluir alguna foto de esos maravillos acantilados sobre el rio Duero.

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