Safari Madrid

A veces esperamos sitios maravillosos y originales, lugares de buen yantar y bue
na cama, pero también creo que debe haber un hueco en este blog para los sitios de siempre, o mejor dicho, de casi siempre; porque están ahí, caen en el olvido y cuando los redescubrimos nos parecen tan novedosos como un sitio que vemos por primera vez.
Esta es la sensación que da el SAFARI MADRID. Probablemente tuviera la edad de mis hijos cuando conocí por primera vez este peculiar parque zoológico, entonces creo recordar que era conocido por el nombre de SAFARI PARK. Todavía no existía la película de Parque Jurásico y ya nos paseábamos dentro de un coche por un recinto donde los monos nos saltaban sobre el capó y teníamos los elefantes, antílopes, jirafas, rinocerontes e hipopótamos al otro lado de la ventanilla. Un poco más lejos veíamos a los leones; sentíamos por un momento que el coche había pasado a circular por la sabana africana.

Parece que no han pasado los años, algunas instalaciones (como los toboganes) así lo atestiguan. Los animalejos, la aventura de circular entre ellos y dar de comer a los más mansos, consiguen haciernos pasar un día apasionante, sobre todo para disfrutar con los más pequeños.

Literatura aparte, este singular espacio lo encontraremos a 5 km de Aldea del Fresno. Podemos ir a este pueblo del oeste de Madrid desde la nacional V, cogiendo la salida en el kilómetro 32. La entrada al parque puede parecer cara, 14 euros los adultos y 10 los niños, aunque ya con 11 años pagan como adultos. Posibilidades de descuento para el RACE y para UGT, eso sí llevar el carnet, que tienen más vistos a los sindicalistas sin carnet que a los avestruces del parque. El paquete de zanahorias (para dar de comer a los animales) a 2 euros, así que es aconsejable llevarlas. Los bichos también comen bellotas y el parque está lleno de encinas, es una posibilidad más barata, pero cuidado, sólo para las cabras y gamos que están en el recinto de los mansos, al que se entra a pie y se sale con un fuerte olor a cabra A las bestias del recinto donde se entra con el coche es mejor darle las zanahorias, ya que sólo bajaremos la ventanilla el tamaño justo de este tubérculo. Y otro dato técnico, aunque se puede llevar comida, podemos comer o picar algo allí, la comida no es cara y el servicio es agradable, aunque no sé si será lo mismo en días de mucha afluencia.

Más datos en safarimadrid.com

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